A las 8.30 a.m. estábamos en pie tomando nuestro merecido y ansiado pequeno almoço para cargar las pilas para un día intenso. Nuestro primer destino: Chaves.
Ayer os preguntábamos si sabíais el por qué del nombre de esa ciudad. La verdad que es curioso. Chaves significa “llave” y es que esta localidad se convirtió en un punto fronterizo clave desde donde los romanos dominaban el valle del río Támega. Por cierto que Chaves es famosa por sus aguas termales, por su cerámica negra y su castillo en el que se puede apreciar las diferentes fases de construcción.
En esta localidad hemos ido a conocer al Grupo Desportivo de Chaves, un club de fútbol de 2º B con grandes aspiraciones que estamos seguro harán realidad en muy poco tiempo. Sus responsables nos han atendido amablemente y han hecho que nos convirtiéramos en unos aficionados más. ¡Nos han regalado hasta unas bufandas! (En unos días colgaremos la entrevista que les hicimos).
Al terminar, hemos cogido el coche para dirigirnos a Braga. Tras una hora y media en carretera por autovía de peaje, hemos llegado a la tercera ciudad más grande de Portugal. Un dato interesante: Braga es este año la Capital Europea de la Juventud, el mayor evento de Europa dedicado a los jóvenes. Y como los jóvenes hemos visto que son los protagonistas, hemos ido a hablar con las fundadoras de la Associação Adoc. Raquel y Sandra nos han explicado los proyectos en los que están trabajando actualmente y nos han transmitido su ilusión por seguir creando otros nuevos. (En unos días os contamos en qué consiste su interesante proyecto “La guerra que no viví”).
La jornada ha terminado, como no podía ser de otra forma, con una gran “jantar”. ¿Os imagináis que hemos cenado?
Mañana visitaremos esta gran ciudad y hablaremos con una joven española para que nos cuente su experiencia aquí. ¡A descansar!